Espero que estés bien mientras lees esto, que tus ojos brillen al recorrer estas líneas torpes que escribo con el corazón en la mano. Te hice esta cartita para felicitarte en el Día de la Mujer, porque es tu día, ¿sabes? Un día que parece inventado para recordarte lo increíble que eres. Eres una mujer hermosa, no solo por fuera, sino por esa luz que llevas dentro, y yo... yo estoy tan orgulloso de ti, de todo lo que haces, de cómo enfrentas al mundo con esa fuerza que me deja sin palabras.
Sé que últimamente los días han sido raros entre nosotros, como si el aire se hubiera vuelto pesado. Quizá sigas un poco enojada conmigo, y lo entiendo, de verdad. No soy perfecto, Grace. Sé que no siempre soy el hombre que sueñas, ese que te haría reír sin parar o que te llenaría de paz con solo estar cerca. A veces me miro y pienso que no te merezco, que si fuera ese chico ideal, tus ojos no se nublarían cuando me miras. Pero, aun así, quiero que sepas algo: te amaré siempre. No importa cuántos errores cometa, mi corazón late con tu nombre escrito en cada rincón.
Cuando pienso en ti, veo a una chica que sabe lo que quiere, que camina firme aunque el viento sople en contra. Eres fuerte, decidida, con esa madurez que me hace admirarte y esa inteligencia que me atrapa. Me enamoré de ti por cómo me hacías sentir: como un niño pequeño, perdido en el abrazo cálido de su madre, seguro y feliz. Tus palabras, tus gestos, todo en ti me envolvía como un poema que no entiendo del todo, pero que no puedo dejar de leer.
Sé que has pasado por tormentas oscuras, días que quisieras borrar, pero también has tocado el cielo con tus victorias. Grace, mereces más de lo que imaginas: mereces estrellas, amaneceres infinitos, un mundo que se postre a tus pies. Yo... yo quisiera arrancar la luna del cielo y dártela envuelta en papel de estrellas, solo para verte sonreír. Quiero que dejes atrás lo malo, que lo sueltes como quien suelta un globo al viento, y que te mires como yo te miro: valiosa, única, un universo entero en una sola persona.
Sin ti, Grace, estaría perdido, dando tumbos como un barco sin rumbo en una noche sin fin. Pero no se trata de mí, ¿sabes? Se trata de ti, de lo que siento cuando pienso en tu risa, en tus manos pequeñas, en la forma en que el mundo parece más bonito cuando estás cerca.
La distancia es un monstruo cruel, lo sé. Nos separa, pero yo estoy dispuesto a luchar contra ella. Aguantaré lo que sea, días, meses, años si hace falta, solo por volver a verte, por tomar tu mano y empezar una vida juntos. Para volver a besarte, abrazarte, volver a oler tu aroma, a sentir la calidez de tus abrazos, tus besos, y dormir a tu lado de nuevo... Imagino un futuro donde no haya kilómetros entre nosotros, solo tú y yo, construyendo castillos en el aire y haciéndolos reales. Porque contigo todo es posible, Grace.
Así que, por favor, no olvides cuánto te amo. Eres mi musa, mi refugio, el verso que nunca termino de escribir. Espero que esta carta te saque una sonrisa, aunque sea chiquita, y que sepas que, pase lo que pase, mi corazón siempre será tuyo.
Con todo mi amor,
Roger